Si alguna vez te has preguntado por qué una pelota de pádel y una de tenis se ven tan similares, pero se sienten tan diferentes en el juego, no estás solo.
Aunque a simple vista puedan parecer casi idénticas, las pelotas de tenis y pádel presentan diferencias clave que afectan directamente su comportamiento en la pista y, por ende, la dinámica del juego.
En este artículo, desglosaremos todo lo que necesitas saber para distinguir entre ambas, desde el peso y la presión hasta el rebote y el diámetro.
Identificar una pelota de tenis es relativamente sencillo si conocemos algunas de sus características clave. Las pelotas de tenis suelen tener un diámetro que oscila entre los 6,35 cm y 6,67 cm y un peso que varía de 56,7 a 58,5 gramos.
Normalmente, estas pelotas están cubiertas por una felpa de lana y poliéster, y deben ser de color amarillo o blanco para torneos oficiales.
Por otro lado, las pelotas de pádel son muy similares en apariencia a las de tenis, lo que puede causar confusiones. No obstante, presentan algunas particularidades que las distinguen.
Su diámetro puede alcanzar hasta 6,77 cm y su peso oscila entre 56 y 59,5 gramos. Además, en competencias oficiales de pádel solo se admiten pelotas de color amarillo o blanco, aunque existen de otros colores, como rosas o naranjas, para uso recreativo.
Las pelotas de pádel y de tenis presentan ligeras diferencias en el peso. Las de pádel suelen pesar entre 56 y 59,5 gramos, mientras que las de tenis oscilan entre 56,7 y 58,5 gramos.
Esta diferencia es insignificante en el juego recreativo, pero puede ser relevante en competiciones oficiales.
La principal diferencia entre ambos tipos de pelotas está en la presión. Las pelotas de pádel tienen una presión interna que varía entre 4,6 y 5,2 kg por cada 2,54 cm cuadrados, lo que resulta en un bote más suave y un juego más lento.
En comparación, las pelotas de tenis tienen una presión interna considerablemente mayor, lo que les proporciona un bote más alto y rápido. Incluso hay pelotas de tenis sin presión interior diseñadas para durar más.
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El rebote también varía entre ambos tipos. Una pelota de pádel rebota entre 135 y 145 cm cuando se deja caer desde una altura de 2,54 metros sobre una superficie dura.
En altitudes mayores a 500 metros sobre el nivel del mar, existen pelotas de pádel especiales cuyo rebote oscila entre 121,92 y 135 cm.
Por el contrario, las pelotas de tenis deben rebotar entre 135 y 147 cm, dependiendo de las condiciones de juego y altitud.
Aunque en competiciones oficiales solo se permiten pelotas de color amarillo o blanco para ambos deportes, en el mercado existen pelotas de pádel de colores más llamativos como rosa o naranja, diseñadas para un uso recreativo.
El diámetro de las pelotas es otra característica que las diferencia. Las pelotas de tenis tienen un diámetro que varía entre 6,35 cm y 6,67 cm, mientras que las de pádel pueden llegar hasta los 6,77 cm.
Esta diferencia, aunque mínima, puede influir en la dinámica del juego.
Las pelotas de tenis tienen más presión interna que las de pádel, lo que se traduce en un bote más alto y rápido. Las pelotas de pádel, con su menor presión, ofrecen un juego más controlado y lento con un bote menor.
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